Mi colaboración mensual en Próxima salida... Marrakech.
Junto con el msemmen, el baghrir forma parte del dúo estelar de crêpes marroquís. El msemmen es delicioso pero requiere práctica y tiempo para el amasado y hojaldrado, en cambio, el baghrir es rápido de hacer y mucho más fácil que el msemmen. En una hora y con un esfuerzo mínimo obtendremos unas crêpes humeantes deliciosas.
Para hacer el baghrir sólo necesitamos una buena receta y una sartén antiadherente. En cuanto a la receta, los ingredientes de base son la sémola fina, la harina y la levadura química y de panadero mezcladas con agua. A partir de aquí, podemos encontrar variantes que añaden azúcar, vainilla, huevo, leche, zumo... La receta que yo utilizo funciona y es totalmente neutra, por lo que podemos rellenarlos o untarlos con lo que queramos.
Los baghrir se congelan muy bien, por lo que vale la pena tener siempre alguno de reserva para una merienda rápida o una visita inesperada. Un golpe de microondas y tendremos un trocito de Marruecos en el plato.
Ingredientes para 12 baghrirs en una sartén de unos 22 cms
400 gramos de sémola fina
100 gramos de harina
1 sobre de levadura química "Royal"
1 cucharada sopera rasa de levadura seca de panadero
800 ml de agua tibia
Preparación
En un recipiente grande y alto, mezclamos todos los ingredientes con el agua tibia con un túrmix unos cinco minutos hasta conseguir una mezcla algo espesa.
Tapamos y dejamos reposar entre treinta minutos y una hora (es importante respetar el reposo). Al cabo de este tiempo, veremos que nuestra mezcla está levando, llena de minúsculos agujeritos.
Calentamos una sartén antiadherente con fondo grueso, calentamos en seco y añadimos un cucharón de mezcla. No hace falta moverlo para repartirlo ni para darle la vuelta, veremos que la masa se va cociendo, agujereándose. El secreto es conseguir un fuego medio suficientemente fuerte para cocerla más o menos rápidamente y al mismo tiempo, que no nos queme el baghrir en el último momento. Por el contrario, con un fuego demasiado bajo no conseguiremos que se cueza el baghrir ni que se creen agujeritos.
No hace falta pintar la sartén con mantequilla o aceite, aunque podríamos hacerlo si vemos que nuestra sartén se pega (normalmente se tiene una sartén destinada sólo a hacer baghrir). También podemos aplicar el truco de refrescar la sartén con un chorro de agua entre baghrir y baghrir, así bajamos la temperatura de la sartén y al volver a ponerla al fuego con la masa de baghrir, sube rápidamente la temperatura y los agujeros se hacen más rápida y fácilmente.
Apilaremos los baghrir hechos reverso con reverso y anverso con anverso, sinó se nos pegarán.
Debemos obtener unos baghrir gorditos, y muy muy esponjosos. Es obligatorio comerlos tibios, están mucho más ricos. Tradicionalmente se comen con una mezcla de mantequilla con miel, pero las podemos untar a nuestro gusto, como crema de chocolate, dulce de leche o incluso con rellenos salados, fijaros que no hay azúcar en la masa, por lo que es muy versátil.
Besaha wa raha, buen provecho!
Sembla una crep, te una pinta deliciosa, per posar-hi tota mena de farciment. Gracies per la recepta.
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